La construcción de un nuevo muro de gaviones en las riberas de la Quebrada Norberta para protección de las tuberías del poliducto que pasan por dicha quebrada, ubicada en Quircot de Cartago, ha resuelto también un problema de inundaciones que por años enfrentaron los vecinos del lugar, ante las crecidas que se producen durante la época lluviosa.
Esta obra, que concluyó a finales de diciembre del 2015, tuvo un costo de 148 millones de colones y estuvo a cargo de la empresa constructora Hernández y Martins S. A., bajo la supervisión de RECOPE.
Anteriormente existía un pequeño muro, que ya estaba deteriorado, y que cubría un tramo más corto, por lo que, atendiendo una alerta que se presentó ante la Contraloría de Servicios, se procedió a sustituirlo por otro de mayor altura y extensión.
Según explicó el Ing. Francisco Chaves, del Departamento de Construcción para Distribución y Ventas, el nuevo muro cubre, en el margen derecho, una longitud de 80 metros con una altura de 4 metros, mientras que el que va al margen izquierdo es de 6 y 4 metros de altura con una longitud de 46 metros. Asimismo, en el cauce se colocaron colchones de malla de alambre galvanizado, para evitar la socavación de las bases y para proteger el tubo del poliducto de 300 mm (12”) de diámetro que va enterrado bajo el cauce de la quebrada.
Los gaviones son canastas de malla de alambre galvanizado con un recubrimiento de PVC para darle mayor protección y durabilidad, que son llenados con piedra bruta de diferente tamaño, la cual es acomodada manualmente dentro de las canastas. Dichas canastas tienen diferentes largos y se colocan de manera que entre ellas quedan amarradas con un tejido hecho con el alambre galvanizado tanto en los costados como en la parte superior, de modo que la estructura final funcione como un solo muro, el cual tiene la virtud de contener el terreno en la parte posterior, pero también permite el paso del agua por los gaviones, según explicó el ingeniero Chaves, quien estuvo a cargo de la inspección de las obras.
Agregó que el muro al margen derecho es más extenso para proteger los caseríos aledaños, ya que encausará las aguas de manera que evite su desbordamiento y el impacto sobre las viviendas cercanas, razón por la cual los vecinos del lugar se muestran muy agradecidos.
Esta obra, se completó con un plan de reforestación en parte de la cuenca hidrográfica de la quebrada, donde a la vez, se incentivó la participaron de los vecinos de la comunidad según indicaron la Geógrafa Fresie Camacho Ruiz, Regente Ambiental ante SETENA y la Ingeniera Jazmín Redondo Villalta, inspectora de Seguridad Laboral e Higiene Ambiental del proyecto.
Detallaron que las especies de árboles utilizados fueron: zota caballo, manzanita, espavel, lluvia de oro, dama, trueno y lorito, que ayudarán a recuperar la fauna y flora de esta cuenca, la cual ha sido muy impactada por la actividad agrícola y ganadera que se da en la zona.
En general cerca de 6 funcionarios estuvieron involucrados en la obra, incluyendo la cuadrilla de topografía.