En el 2020 se siguió adelante con la implementación del Programa de Gestión Ambiental Institucional PGAI 2017-2021. Se mejoró sustancialmente el registro de los consumos de agua, combustibles, electricidad y papel, así como en la ejecución de actividades, estudios y auditorías. Esto permite un desempeño sostenible de la empresa en cuanto al manejo de residuos.
Se están identificando oportunidades de mejora en el tema de residuos de manejo especial, como los eléctricos y electrónicos. De igual manera, se han establecido los criterios de compras sostenibles y se continúa con el programa de educación ambiental, la promoción del uso de energías alternativas con factores de emisión GEI más bajos y la puesta en práctica de una plataforma automática del registro de métricas de consumo. Esta inició en el 2020 la etapa de pruebas. La labor se realiza en conjunto con el Departamento de Tecnología Informática. La sistematización mejorará el flujo de información ambiental, su exactitud y comprobación.
Además, con la reorganización empresarial se constituyó el Departamento Ambiental con el fin de fortalecer las labores de gestión ambiental y prevención de riesgos. También se está considerando implementar los planes de sucesión para dar seguimiento a los procesos asociados al PGAI.
Eficiencia energética
En la empresa se procura el uso eficiente de la energía en todas sus formas, lo cual ha producido múltiples beneficios económicos y ambientales. La puesta en marcha de acciones de eficiencia ha conllevado a importantes ahorros en nuestros consumos energéticos. Por ello, la Empresa fue reconocida en eficiencia energética durante el año 2020 por entidades como la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) e INTECO.
El consumo de agua potable disminuyó un 7%: el indicador pasó de 15 286,80 m3 al mes en el 2019 a 13 938,16 m3 al mes en 2020. La reducción se debe a la aplicación del teletrabajo, porque había menor cantidad de personal en las instalaciones administrativas.
Se registró un ahorro en el consumo de energía de un 17%: de 3 553 504,86 kWh al mes en el 2019 a 2 946 627,38 kWh al mes en el 2020. No obstante, el indicador de kilovatio por metro cúbico vendido no bajó. La relación fue 12,61 kWh por m3 vendido en el 2020 contra 12,31 kWh por m3 vendido del 2019. Esto se debe sobre todo al uso de electricidad para el bombeo de combustibles en el poliducto y demás procesos industriales, que siguen consumiendo energía en forma considerable.
Las reducciones más importantes se dieron en consumo de papel con un -82% y combustibles con un -30%.
Gracias a los avances en la Terminal Moín, se mantuvo la certificación de “carbono reducción” del Programa País Carbono Neutralidad 2.0 y la certificación del sistema de gestión de energía en la norma INTE/ISO 50001:2018, por mejoras de la eficiencia energética en la operación.
Como resultado de esto, se espera para el 2021 un ahorro superior a los 150 000 000 colones en la facturación eléctrica solo de la Terminal Moín. Además, se proyecta un ahorro en el consumo de combustibles y se implementará el proyecto de sustitución de dos calderas, lo cual mejoraría el desempeño en esa terminal. Eso incluye la sustitución de quemadores de búnker por quemadores duales, que utilizan Gas LP en las calderas. Por tanto, ahora se utiliza un combustible más amigable con el ambiente, con el fin de reducir las emisiones de CO2. También se prevé la sustitución de búnker por gas natural, y así convertir a Moín en un modelo a seguir para todas las terminales e instalaciones de la empresa en la implementación de acciones de eficiencia energética para mantener la certificación.
Programa Bandera Azul Ecológica
La Bandera Azul Ecológica es un reconocimiento anual al esfuerzo y el trabajo voluntario de conservación y desarrollo. Se fomenta la protección de los recursos naturales, la implementación de medidas para enfrentar el cambio climático, óptimas condiciones higiénico-sanitarias y la mejora de la salud pública de los habitantes.
RECOPE se unió a este programa en el 2016. Cuatro años después, obtuvo la Bandera Azul Ecológica en 11 centros de trabajo, algo inédito en la industria petrolera. Se inició con la Terminal Moín, el edificio de construcción de la Zona Caribe y el edificio Hernán Garrón Salazar en San José, los cuales año con año fueron recibiendo más estrellas.
En el 2020, a dichas terminales se unieron ocho nuevos centros de trabajo que recibieron por primera vez el galardón en la categoría de cambio climático: las instalaciones de Siquirres, Turrialba, El Alto, La Garita, Barranca y los aeropuertos internacionales Tobías Bolaños, Juan Santamaría y Daniel Oduber.
Estos reconocimientos reflejan los esfuerzos de RECOPE y de sus trabajadores y trabajadoras por mejorar de manera continua el desempeño ambiental mediante el uso racional de los recursos naturales, la protección ambiental, el ahorro y la eficiencia energética, la disminución de la huella de carbono, la calidad del aire, la gestión de residuos y las medidas de adaptación y compensación ante el cambio climático.